El amor, que gran palabra. Yo no sabría definirla correctamente, siempre que he tenido una relación acaba en fracaso, por eso mantengo mi teoria, nunca te rindas mi lema es: “Si quieres puedes” y nunca, nunca, nunca me rindo, jamás. Como dice una persona a la que yo admiro mucho, “nunca digas jamás”..
Soy bastante positiva, pero hay situaciones que me superan, esas que te dan ganas de mandar todo a la mierda, de tirar todo por la ventana, hasta incluso lo pagas con gente inocentes, esas que a los cinco minutos, ya estás pidiendo perdón porque te sientes mal por lo que has dicho, me refiero a esas que te dan ganas de tirar todo por la borda. Pero yo soy un 90% positiva y un 10% negativa. Cada día aprendo que esta vida es un regalo, un regalo que tienes que agradecer, porque sin esa vida no hubieses conocido nunca, a esa persona que no puedes dejar de mirar con una sonrisa de tonta en la cara, no tendrías alguien a quien amar. No podrías ayudar a tus amigos en momentos difíciles, darles tu apoyo, entregarte a ellos. No abrazarías a tus padres cada noche antes de ir a dormir. Todo eso y mucho más hay que cuidarlo, porque hay gente que no tiene ni techo, ni ropa, ni ánimos para dedicar una sonrisa a esa personita que hace que tu corazón lata más y más fuerte cada vez que la ves. Por eso yo rezo, por esas pobres almas desconsoladas.
Por todo esto, y por millones y millones de cosas más que he aprendido, siento que soy feliz, y que tengo que saber agradecer lo que tengo, que es lo que necesito, y como he dicho al comenzar, nunca rendirme, ya sabéis “nunca digas jamás”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario